La Agonía de Jesús en el Huerto de Getsemaní

Primer Misterio Doloroso
Mateo 26:36–46

“Y otra vez vino y los encontró durmiendo, porque sus ojos estaban pesados. Entonces, dejándolos de nuevo, se fue y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras. Entonces se acercó a los discípulos y les dijo: “¿Todavía están durmiendo y descansando? He aquí, la hora está cerca, y el Hijo del hombre es entregado en manos de los pecadores. Levántense, vamos; mira, mi traidor está cerca.”- Mateo 26:40-46

Virtud:
Elevando nuestro sufrimiento

Imitad a María y acompañad a Cristo hasta el final. No dejes que tu sufrimiento te aleje de él, sino encuéntralo en él y deja que él te enseñe a elevarlo.

Concluir el día orando esta letanía al corazón agonizante de Jesús:

Regresar a Oraciones y Meditaciones